Sunday, December 27, 2009
Tuesday, November 24, 2009
Thursday, November 19, 2009
Definición de los colores según el DRAE
Blanco: 1. adj. Del color que tienen la nieve o la leche. Es el color de la luz solar, no descompuesta en los varios colores del espectro.
Azul: 1. adj. Del color del cielo sin nubes. Es el quinto color del espectro solar.
Amarillo: 1. adj. De color semejante al del oro, la flor de la retama, etc. Es el tercer color del espectro solar.
Rojo: 1. adj. Encarnado muy vivo. Es el primer color del espectro solar.
Verde: 1. adj. De color semejante al de la hierba fresca, la esmeralda, el cardenillo, etc. Es el cuarto color del espectro solar.
Negro: 1. adj. Se dice del aspecto de un cuerpo cuya superficie no refleja ninguna radiación visible.
Azul: 1. adj. Del color del cielo sin nubes. Es el quinto color del espectro solar.
Amarillo: 1. adj. De color semejante al del oro, la flor de la retama, etc. Es el tercer color del espectro solar.
Rojo: 1. adj. Encarnado muy vivo. Es el primer color del espectro solar.
Verde: 1. adj. De color semejante al de la hierba fresca, la esmeralda, el cardenillo, etc. Es el cuarto color del espectro solar.
Negro: 1. adj. Se dice del aspecto de un cuerpo cuya superficie no refleja ninguna radiación visible.
Saturday, October 10, 2009
Wednesday, September 02, 2009
El día que dejas de jugar
Durante años jugué con los playmobil. Me encantaban la cantidad de complementos que tenían, que todo respondiera a una lógica realista. Los playmobil tenían sus casas, sus animales, sus ropas, sus hijos...todo un mundo en miniatura. El juego era entonces una representación de la realidad y mientras más fiel fuera esta representación más intenso era el placer que proporcionaba el juego. Mis playmobil formaban familias, tenían relaciones entre ellos, se enfrentaban a problemas económicos, sentimentales y laborales. Algunos de ellos morían y otros entraban por razones claramente explicadas en la fantasía. La causalidad era la regla más importante del juego.
Pero poco a poco los playmobil fueron convirtiéndose en un objeto de coleccionista. Dejé de manejarlos como si fueran los personajes de mi mundo interior, para atesorarlos y cuidarlos como pequeñas obras de arte. Por un lado evocaban un tiempo pasado y por otro seguía viendo en ellos algo muy especial. El placer que suscitba el juego se transformó en el placer que suscitba la belleza. Hoy recuerdo el día que compré mi pastor playmobil y que ya no jugué con él.
Pero poco a poco los playmobil fueron convirtiéndose en un objeto de coleccionista. Dejé de manejarlos como si fueran los personajes de mi mundo interior, para atesorarlos y cuidarlos como pequeñas obras de arte. Por un lado evocaban un tiempo pasado y por otro seguía viendo en ellos algo muy especial. El placer que suscitba el juego se transformó en el placer que suscitba la belleza. Hoy recuerdo el día que compré mi pastor playmobil y que ya no jugué con él.
Sunday, August 16, 2009
Cristo desnudo de Cellini
A los turistas que visitan el Monasterio de El Escorial suele llamarles la atención el Cristo en marmol de Benvenuto Cellini, un regalo que Francisco de Medicis hizo a Felipe II. Más allá de las armoniosas proporciones de la figura, de la delicadeza con la que está tallada cada articulación de su anatomía o del resplandor blanco de la piedra, el espectador se queda pasmado al descubrir que el Cristo está totalmente desnudo y que los conservadores colocan un paño de tela para cubrir sus genitales.
Benvenuto fue un artista del Renacimiento educado en la más pura tradición clasicista. Nacido en Florencia, se formó en el taller de Miguel Ángel y de su haber destacan no sólo monumentales esculturas, sino también pequeños piezas de orfebrería y bajo relieves.
Según lo que veníamos comentando esta obra tendría bastante que ver con un maniquí, puesto que sólo está tallado su cuerpo. Lo que no es su cuerpo: la cruz y el paño no es marmol. La piedra, el material que trabaja el escultor, ha sido reservada para la carne de la figura. Sin embargo el Cristo de Cellini y un maniquí no tienen nada que ver.
Mientras el espectador casi puede oir el último suspiro del Cristo de Cellini, ante un maniquí sólamente se da cuenta de lo bien que le queda la ropa. Cubrir al cristo de Cellini sería perder de vista una obra de arte, cubrir a un maniquí es una necesidad comercial. La desnudez del cristo de Cellini es una apuesta por la belleza, la de los maniquíes, simple pragmatismo.
Así que en la desnudez tampoco radica la naturaleza de los maniquíes.
Friday, August 14, 2009
Sobre la desnudez de los maniquíes
Delante del Cristo atado a la Columna de Gregorio Fernández siempre me pregunto por qué el escultor decidió hacer el pañal del mismo material que la carne, mientras que los ojos son dos bolas de cristal y las uñas unos pedazitos de marfil. ¿Por qué no eligió otro material para el pañal? Existen numerosos ejemplos de la escultura barroca española en los que las figuras son vestidas como si fueran personas reales, con telas y estofas auténticos. Pero Gregorio Fernández, tal vez más clasicista que otros artistas de la época, prefirió un único material para todo el volumen de la obra, y sólo algunos pequeños detalles los trabajó en marfil, resina o cristal.
Con el tiempo me he dado cuenta de que a lo largo de la Historia de la escultura occidental es más frecuente que los tejidos se esculpan. Sólo en algunos momentos, como durante el Barroco andaluz, la voluntad hiperrealista hace que las esculturas se vistan con ropas que podríamos utlizar las personas de carne y hueso. Así que el Cristo atado a la Columna de Gregorio Fernández no es una excepción a la regla en este sentido, ya que su paño está tallado en madera.
Pero debemos admitir, que la utilización de un sólo material para representar las distintas superficies es una licencia de la escultura, muy parecida al blanco y negro del grabado tradicional. Sin duda hacer las uñas de marfil, el pelo de pelo, los ojos de cristal y la tela de tela supone un acercamiento mucho mayor a las dimensiones y reglas de la realidad. Ya que si la carne es madera, la tela no puede ser madera, debe ser de otro material.
Según esto los maniquíes serían también una representación hiperrealista, puesto que son sólo un cuerpo que después vestimos y todo lo que no es cuerpo no forma parte de maniquí. Pero como explicaremos a continuación, la desnudez de los maniquíes no tiene nada que ver con la desnudez de las esculturas.
Thursday, August 13, 2009
Mi maniquí antiguo
Lo vi entre los relojes de la almoneda. Mi maniquí de palo, viejo y polvoriento. Una cabeza mal tallada sobre el torso abultado y un bastidor. Los brazos eran rígidos como los de un playmobil. Su mirada, a penas subrayada por una línea negra.
Sin embargo no pude resistirme. Decidí hacer un trueque. Lo cambié por mi cadena de música, que estaba estropeada. Al principio el anticuario no se sintió muy convencido y pensó que saldría perdiendo, pero después se dio cuenta de que mi maniquí debía estar en mis manos, de que había algo entre esa torpe escultura y yo. Algo que yo estaba queriendo decir desde hacía unos meses y que la escultura decía con su mera presencia.
Mi maniquí no es una escultura. Mejor dicho, mi maniquí es media escultura. De cintura para abajo es una especia de taburete. Un mueble. De cintura para arriba es el busto de una dama. Mide unos 30 centímetros. Creo que en su día debió servir para mostrar en miniatura la ropa de una mujer. Por esto, cuando lo vi por primera vez pensé que era una virgen de vestir, ¿qué sentido tenía un maniquí tan pequeño? El anticuario me aseguró sin embargo que era un maniquí.
Los maniquíes me inquietan. Siempre lo han hecho. Son esculturas desnudas, en las que sólo está tallado el cuerpo, puesto que la ropa es la que llevaremos nosotros más adelante. Tienen esa misma cosa fúnebre y morbosa del muñeco de cera o de la muñeca de porcelana, que es su desnudez. La naturaleza del maniquí radica en su falsa desnudez, en su reclamo de ser vestidos como personas vivas. ¡Qué grande es la decepción del niño al descubrir que bajo las ropas del maniquí no hay carne!
Mi maniquí antiguo miente la mitad de lo que mienten el común de los maniquís y por eso me gusta. Por eso mismo me interesa, porque es la mitad de mentiroso: sólo de cintura para arriba. De cintura para abajo es puro artificio, es la trampa desnuda, es el truco visto. Y esto me parece maravilloso por lo que tiene de honesto.
Sin embargo no pude resistirme. Decidí hacer un trueque. Lo cambié por mi cadena de música, que estaba estropeada. Al principio el anticuario no se sintió muy convencido y pensó que saldría perdiendo, pero después se dio cuenta de que mi maniquí debía estar en mis manos, de que había algo entre esa torpe escultura y yo. Algo que yo estaba queriendo decir desde hacía unos meses y que la escultura decía con su mera presencia.
Mi maniquí no es una escultura. Mejor dicho, mi maniquí es media escultura. De cintura para abajo es una especia de taburete. Un mueble. De cintura para arriba es el busto de una dama. Mide unos 30 centímetros. Creo que en su día debió servir para mostrar en miniatura la ropa de una mujer. Por esto, cuando lo vi por primera vez pensé que era una virgen de vestir, ¿qué sentido tenía un maniquí tan pequeño? El anticuario me aseguró sin embargo que era un maniquí.
Los maniquíes me inquietan. Siempre lo han hecho. Son esculturas desnudas, en las que sólo está tallado el cuerpo, puesto que la ropa es la que llevaremos nosotros más adelante. Tienen esa misma cosa fúnebre y morbosa del muñeco de cera o de la muñeca de porcelana, que es su desnudez. La naturaleza del maniquí radica en su falsa desnudez, en su reclamo de ser vestidos como personas vivas. ¡Qué grande es la decepción del niño al descubrir que bajo las ropas del maniquí no hay carne!
Mi maniquí antiguo miente la mitad de lo que mienten el común de los maniquís y por eso me gusta. Por eso mismo me interesa, porque es la mitad de mentiroso: sólo de cintura para arriba. De cintura para abajo es puro artificio, es la trampa desnuda, es el truco visto. Y esto me parece maravilloso por lo que tiene de honesto.
Monday, May 18, 2009
Páramo
He pensado, que tal vez sea hermoso,
retirarse al páramo y cultivar zanahorias
patatas y cebollas.
Estoy convencido de que mis cebollas
serían bellas, traslúcidas y brillantes
como bolas de caramelo.
Retirarme tal vez sea hermoso,
heroico, más bien propio de un asceta
como yo,
pero no me atrevo.
retirarse al páramo y cultivar zanahorias
patatas y cebollas.
Estoy convencido de que mis cebollas
serían bellas, traslúcidas y brillantes
como bolas de caramelo.
Retirarme tal vez sea hermoso,
heroico, más bien propio de un asceta
como yo,
pero no me atrevo.
Thursday, May 07, 2009
Chispazo
Desde hacía algunos días le dolía un pequeño punto en la espalda. Mientras se duchaba, un chispazo bajo la piel le hizo pensar que su cuerpo era en realidad un aparato eléctrico.
Thursday, April 16, 2009
Trasgresor
Trasgredo las leyes de la Naturaleza:
a mi perro le pongo el nombre de Gato,
a mi gato el de Canario,
a mi canario el de Geranio,
a mi geranio le llamo Arco Iris.
Llamo al Arco Iris Luna,
a la Luna le pongo el apodo de Sol,
al Sol el de estrellita.
A las constelaciones les cambio la configuración:
la constelación de las mariposas.
Decido que desde hoy el río se llamará Océano.
O mejor, Océano es el nombre que le doy a las lágrimas de mi jardín.
a mi perro le pongo el nombre de Gato,
a mi gato el de Canario,
a mi canario el de Geranio,
a mi geranio le llamo Arco Iris.
Llamo al Arco Iris Luna,
a la Luna le pongo el apodo de Sol,
al Sol el de estrellita.
A las constelaciones les cambio la configuración:
la constelación de las mariposas.
Decido que desde hoy el río se llamará Océano.
O mejor, Océano es el nombre que le doy a las lágrimas de mi jardín.
Thursday, April 09, 2009
MADRUGAR
Estás en la espesura
de los sueños, mirando a cada lado
de la almohada dura;
sin miedo, sin cuidado,
dispuesto a darlo todo, preparado.
Dispuesto a darlo todo y preparado
hasta que llega el día.
El reloj la hora punta ya ha marcado.
Entonces en tu rostro la agonía,
el tedio, la apatía.
Con tedio y apatía
la gravedad parece una tortura,
la luz, monotonía,
el tiempo, la locura.
Despierto necesitas más cordura.
Friday, March 27, 2009
Friday, March 13, 2009
Autorretrato de un joven culpable de su belleza
Eros es el amor a la Belleza
Platón
Delante del espejo, mi nariz parece aún más recta que la de Antinoo. De pronto me asusta esta sorprendente semejanza con la belleza clásica. No hay nada más terrible que la perfección –me dijo- pero yo sigo cortándome el pelo con esmero, calculando el ángulo que forman las entradas en mi frente. Elijo la gama cromática de mi ropa según la tonalidad del cielo: los días claros prefiero vestir de oscuro, y los días oscuros de colores magenta, anaranjados, para parecer un rayo en medio de la noche. Miro el espejo, me miro en el espejo y siento miedo.
Tengo miedo, no puedo evitarlo, después de todo. Yo soy un chico normal aunque la Naturaleza ha trazado mis pómulos y mi boca teniendo muy en cuenta el número aúreo. ¿Por qué dudo de mí? Maldigo el día que me escribió, el día que puso en duda mi presencia física. Ni que fuera de aire. Tal vez soy de aire. Lo primero que me escribió decía “tú estás ahí, como esa entelequia que camina empujada por el viento, y yo estoy aquí, con ganas de ponerte olor y textura”
Entonces trato de capturar mi imagen en el espejo. Trazo una línea gruesa alrededor del busto, y la dejo allí. Quiero fotografiarme exactamente en esa posición, con esa mirada aturdida, vaga. ¿Alguien imaginaría que yo fui bizco de pequeño?
Platón
Delante del espejo, mi nariz parece aún más recta que la de Antinoo. De pronto me asusta esta sorprendente semejanza con la belleza clásica. No hay nada más terrible que la perfección –me dijo- pero yo sigo cortándome el pelo con esmero, calculando el ángulo que forman las entradas en mi frente. Elijo la gama cromática de mi ropa según la tonalidad del cielo: los días claros prefiero vestir de oscuro, y los días oscuros de colores magenta, anaranjados, para parecer un rayo en medio de la noche. Miro el espejo, me miro en el espejo y siento miedo.
Tengo miedo, no puedo evitarlo, después de todo. Yo soy un chico normal aunque la Naturaleza ha trazado mis pómulos y mi boca teniendo muy en cuenta el número aúreo. ¿Por qué dudo de mí? Maldigo el día que me escribió, el día que puso en duda mi presencia física. Ni que fuera de aire. Tal vez soy de aire. Lo primero que me escribió decía “tú estás ahí, como esa entelequia que camina empujada por el viento, y yo estoy aquí, con ganas de ponerte olor y textura”
Entonces trato de capturar mi imagen en el espejo. Trazo una línea gruesa alrededor del busto, y la dejo allí. Quiero fotografiarme exactamente en esa posición, con esa mirada aturdida, vaga. ¿Alguien imaginaría que yo fui bizco de pequeño?
Tuesday, March 03, 2009
Barroco
Escucho obsesivamente un aria de Vivaldi que dice "veré con deleite, el alma de mi alma". Como si fuera un mantra, me hago barroco. Me gustaría escribir madrigales para que los cantara un contratenor. Y finalmente trascender.
Tuesday, February 03, 2009
Wednesday, January 21, 2009
Visión mística
Desde hace cinco minutos observo catatónico todos los matices del color blanco de la pantalla.
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