el espejo refleja mi retrato,
como si el mismo William Fox Talbot,
oculto y sigiloso en el azogue,
dibujara mi rostro fotogénico
con el sincero lápiz de la luz.
Y pinta una nariz recta, amplia frente,
rizos alrededor de las orejas,
piel blanca, pero no de duro mármol,
porque ni soy de Kritios el efebo,
ni mi cara responde a proporción
áurea. Más bien copia las teselas
de un antiguo mosaico bizantino:
el rigor de sus rasgos, tan abstractos
como un Kandinsky o como un Malevich.
Aunque tampoco soy el ermitaño,
Aunque tampoco soy el ermitaño,
el santo penitente en su caverna,
con el nimbo dorado cual satélite
que se pierde en las ondas del cabello.
Parezco sin embargo alguien discreto,
pero en realidad guardo tormentas
en mi pecho, ventiscas en mi puño,
el orgullo violento del artista
encogido en los párpados, cobarde
como un testigo mudo, silencioso
como quien no se atreve a confesar
la razón más profunda de su mente.
"De ti mismo traidor" dice el espejo
que toda la verdad muestra invertida,
que toda la verdad de mis facciones
exhibe con descaro ante los ojos.
Y mientras, envejezco: las arrugas,
Y mientras, envejezco: las arrugas,
las canas, el cansancio de la carne
me invade poco a poco, lentamente,
y el crudo realismo en mi epidermis
hace estragos. Ribera, Caravaggio
tomarían mi cuerpo por modelo.
La falta de ilusión en la mirada,
pero no la fatiga o la tristeza.
Todavía conservo el estupor,
encuentro la belleza en las esquinas,
en la fina cornisa del crepúsculo,
sobre la cara oculta de la Luna,
debajo de los bancos del paseo,
en los cuartos traseros y almacenes.
Pero ya no la encuentro en este espejo:
Pero ya no la encuentro en este espejo:
pintura manierista que encarcela
mi boca de Gioconda cabizbaja
en cruenta cornucopia sin sonrisa;
retrato de mi rictus convertido
en eclipse solar para el museo.
3 comments:
Genial la foto, Nacho.
Un besito
Es una foto buenísima y hay partes del poema que tienen mucha fuerza....
Ah, dibujado con el sincero lápiz de la luz...
Un saludo, Estupor.
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