Antes de enfrentarse a la realidad, el viejo brujo se peina su larga barba con un cepillo de madera. Entre los pelos, alguna mariposa prisionera consigue escapar de su garganta - El viejo brujo habla con voz alada, airada, iracunda y dulce -. Pero casi todos los seres voladores esperan columpíándose en sus cuerdas vocales, en sus vocales.
Después llega la noche y habla a los malvados, a los perversos, a los que ignoran su ley y a los peores poetas. Las aves, las moscas, las libélulas y los aviones que salen de su boca se estrellan contra los ojos abiertos (más allá del diámetro de su esfera) de aquellos que no le dan la razón como a un sabio o a un santo.
1 comment:
Que bonito.
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