Tuesday, July 17, 2007

Cómo promocionar un botón

Hace más de un año me presenté a la siguiente prueba, anunciada en el periódico: ¿Cómo promocionarías una nueva tipología de botón? Esto es lo que se me ocurrió:

Para presentar un botón:


Para presentar un botón organizaríamos una serie de eventos estético-deportivos:
- Una exposición táctil sobre la historia del botón.
- Una competición entre jugadores que deben ponerse una camisa lo antes posible, y luego quitársela (y establecer otras pruebas similares, entre parejas y equipos)
- Un cóctel.

Estas actividades se celebrarían en una carpa esférica de tela impermeable a rayas, que se construiría específicamente para la ocasión. Sus características serían las siguientes:
- Las ventanas y las puertas tendrían unos botones en el borde y se cerrarían abotonadas a los ojales que habría en los marcos.
- Sería una especie de gabardina monumental pero muy luminosa. Al atardecer se encenderían las luces de su interior y parecería un botón de luz en medio del paisaje.
- El diseño permitiría que se pudiese abrochar de diversas maneras. Se trataría de un espacio transformable. Durante el día albergaría la exposición sobre el botón y por la noche crearía espacios más íntimos para el cóctel.

La exposición tendría en cuenta la naturaleza táctil del botón, por lo que los visitantes serían invitados a tocar las piezas. También habría una página web en la que se mostrasen todos los ejemplares presentes, indicando su dimensión, peso y origen.
Incluso existiría una tienda donde se vendieran los distintos modelos de botones expuestos y una serie de objetos con forma de botón: unas fichas del parchís, un tapón del lavabo, un pomo de una puerta o un tapacubos.
A la entrada un robot ofrecería pegatinas con forma de botón para pegar sobre los comandos de la cocina, las teclas del ordenador o los interruptores.

El cóctel lo servirían unos camareros muy elegantes. Sus corbatas tendrían unos agujeros o una franja transparente a través de los cuales podrían verse los botones de la camisa. También llevarán unos zapatos que en vez de tener cordones se abotonarían.
Se servirían unas galletas redondas y con cuatro agujeritos. Los platos serían botones gigantes y las asas de las tazas parecerían botones partidos….

Las competiciones se celebrarían por las tardes. Para darlas acogida la carpa se transformaría en un anfiteatro. Existirían varias modalidades de juegos:
- Individuales. Los jugadores deberían vestirse y desvestirse en un tiempo mínimo. Aquel que se quitase o se pusiese antes una camisa y unos pantalones con mucho botones ganaría el premio.
- En parejas. Los jugadores deberían vestir y desvestir en un tiempo mínimo a su pareja. Aquel que lo hiciese más rápido sería el vencedor.
Los premios podrían ser algunos de los objetos vendidos en la tienda, o una invitación al cóctel.

1 comment:

Pablo Bautista said...

¿alquien se acuerda del año en que volvieron los botones a los vaqueros? La sensación, para mí, fue de falsa novedad.

Todavía recuerdo el día en que me bañe en el río en calzoncillos con mi prima Julita y me tuve que poner unos pantalones sin calzoncillos. El dolor por lo que ocurrió fue sobrehumano.