El fragor de la batalla.

La Guerre. Jenequin.

Escaparate de la realidad poética

En un nota de El País titulada Escaparate de la realidad poética, se habla de Clima artificial de primavera.

Angelito sin alas

Angelito sin alas

Juan Magán

L'Odyssée de Cartier

La melancolía en Clima artificial de primavera

Una reseña de Guillermo Arróniz López en el Librepensador,

http://www.ellibrepensador.com/2012/08/07/clima-artificial-de-primavera-ignacio-vleming/

Turn up the radio. Madonna.

Russian Red en Venecia

Eclipse cómico

Era el día del eclipse
el día más esperado
de los días.
Cogí mis gafas de sol
y me subí a la azotea
de mi casa.

Pero justo en el momento
del fenómeno, un insecto
me picó,
y en vez de ver a la Luna
ocultando el Sol, vi un grano
en mi piel.

Música nocturna en las calles de Madrid

 

Luigi Boccherini. 1780.

Numerocero

"Ignacio Vleming ama el artificio y el sucedáneo, reivindica su valor, pero luego vuelve a casa y teme si no nos estaremos equivocando al olvidar las flores naturales, la Viena real (no el pastiche), el campo y sus lombrices"

Aquí, una opinión muy valiosa de Emilio Ruiz Mateo sobre Clima artificial de primavera.

Mi pequeña teóloga de la liberación lo tiene clarísimo: admira tanto a Boti García Rodrigo por denunciar al obispo homófobo, como desprecia al rey Juan Carlos por su comportamiento deplorable. Boti es, bajo el punto de vista de mi monja playmobil, una mujer de los pies a la cabeza. Y el rey es…el rey es un mamarracho. Las disculpas de Juan Carlos no le disculpan. Un monarca, según me explica, debe... ser recio, firme, fuerte y hoy, además, ecologista. “¿Qué clase de reyes son estos que piden perdón entre dientes? Si parece el bufón de la corte“. Así que desde hace unas semanas no para de proclamar: “¡Qué vuelvan los Austrias, abajo los Borbones!” Y al igual que Boti, “aconsejo a aquellas personas aquejadas de homofobia que vayan a la terapia correspondiente”. Entre ellas, por otra parte, yo se lo diría a la propia reina doña Sofía. “¡Sinvergüenzas!”


http://sociedad.elpais.com/sociedad/2008/10/30/actualidad/1225321201_850215.html

Presentación de Clima artificial de primavera

Queridos amigos,

El martes 17 de abril (mañana), a las 19:00 horas, en el Museo del Romanticismo (San Mateo, 13), Ignacio Vleming presenta su primer poemario: Clima artificial de primavera. .

«A Ignacio Vleming le gusta escudriñar lo que hacen los demás, no tanto porque sea aficionado al voyeurismo sino porque se ha dado cuenta de algo fundamental: que la realidad siempre se nos presenta interpretada por mil manos ajenas; que los lienzos de los museos, cuando creen que nadie los contempla, cobran vida sin nuestro permiso. De todo esto dan fe sus poemas repletos de verdades, o más bien rebosantes de algo muy similar: auténticas ficciones» (Mercedes Cebrián).

http://labellavarsovia.blogspot.com.es/2012/02/novedad-clima-artificial-de-primavera.html

http://museoromanticismo.mcu.es/web/archivos/documentos/abril_2012_MR.pdf

Madrid por Holden

Lluvia de abril

Mi monja playmboil ha salido del convento para celebrar conmigo el Domingo de Ramos, que es, según sus propias palabas, "la fiesta más bonita de la primavera". No para de tararear esa canción de Sonrisas y lágrimas titulada "My favorite things" y está de un cursi insoportable. Pero, pese a esta luz de abril, pese a este calor incipiente que aviva el deseo, que desnuda los cuerpos más hermosos, haciéndole dudar de su auténtica vocación, mi monja playmobil se muestra contundente y su máxima preocupación, incluso un día tan hermoso como hoy, es el cambio climático. "Dios mío, ¿cuándo va a llover? ¿Qué clase de condena es esta?" Y en la letra de esta canción inlcuye entre sus cosas favoritas la lluvia de abril.

My fovorite things

Cartón

Torroja

Nave en Alcalá de Henares

Preconización de la nostalgia

Momento épico para adolescentes de 30 años

Mini Nacho con Clima artificial de primavera

Cocoon chupee

Il cielo in una stanza

A modo de poética II

Un ejemplo escogido de lo cotidiano: me levanto, hay alguien durmiendo en el salón, es una prueba, junto a otras, de la fiesta celebrada la noche pasada. Una guirnalda caida se parece a un pulpo atrapado en una red. Los vasos medio llenos, el confeti esparcido como escarcha y el suelo pegajoso son el rastro de la alegría. Parece que anoche nos divertimos, al menos eso parece. A la mañana siguiente limpio el salón con la certeza del éxito: haber participado en este rito es suficiente, estoy seguro de obtener un resultado positivo, como si fuese una ecuación matemática. Reconstruyo uno a uno los acontecimientos y antes de que todo quede ordenado, me doy cuenta de que nadie hizo fotos. Entonces tomo un par de imágenes que me sirvan para dejar constancia de lo efímero.

A modo de poética I

Es más fácil poner un ejemplo: Venecia, verano de 2011. Miles de turistas navegan en prosaicos vaporetti de los años setenta por el Gran Canal; contemplan entusiasmados los palacios del quattrocento, del cinquecento, del seicento... y muchos no distinguen los recreaciones finiseculares de los originales - están en su derecho -. Las ondas de la laguna hacen todavía más entrañable este parque temático de la nostalgia. Una luz verde anuncia la próxima parada. El sol cae sobre Venecia, a lo mejor es la misma luz que alguna vez pintó Turner. Más que la luz, me asombra la coincidencia. Estar en Venecia y saltar al Lido; jugar a ser viajeros del Grand Tour y comprar postales como quien compra un Guardi. Los siglos se graban en mi retina unos encima de otros a modo de palimpsesto. Creo que la belleza habla del claroscuro entre el cuarto de baño sin pretensiones y la ficción del lujo en los hoteles; de la necesidad de ver Venecia como la han visto antes nuestros ilustres antepasados, aunque sea desde la terraza de una franquicia de comida rápida; de la asunción del paso del tiempo. Sí, me parece a mí que la proporción de la belleza la dan los segunderos; que la emoción de la belleza equivale a parar de un golpe el reloj o a girar en sentido contrario sus agujas, con la esperanza de alcanzar la eternidad.

Mi primer libro

La Bella Varsovia publica Clima artificial de primavera.

«A Ignacio Vleming le gusta escudriñar lo que hacen los demás, no tanto porque sea aficionado al voyeurismo sino porque se ha dado cuenta de algo fundamental: que la realidad siempre se nos presenta interpretada por mil manos ajenas; que los lienzos de los museos, cuando creen que nadie los contempla, cobran vida sin nuestro permiso. De todo esto dan fe sus poemas repletos de verdades, o más bien rebosantes de algo muy similar: auténticas ficciones» (Mercedes Cebrián).

Ignacio Vleming nació en Madrid en 1981. Es licenciado en Historia del arte y Comunicación audiovisual, y desde 2005 se dedica al periodismo. Ha traducido del italiano poemas de Miguel Ángel Buonarroti y de Jacopo Sannazaro, incluidos en la antología Sextinas. Pasado y presente de una forma poética (Hiperión, 2011) y ha participado en recitales, visitas dramatizadas y acciones poéticas en museos como el Nacional del Romanticismo, el Lázaro Galdiano o el Centro de Arte Dos de Mayo. Clima artificial de primavera, que obtuvo el V Premio de Poesía Joven "Pablo García Baena", es su primer libro de poemas.

Collage de portada, Call Alice, de Raúl Gil.
Retoque digital de Víctor Castro.
A la venta el 5 de marzo de 2012.
72 páginas.
12 €
ISBN 978-84-939329-9-2

Suspiros de monja

Dulce y fotos realizados por Paula y Estupor,

preparando fogones para el día de los enamoriscados.

Humanismo pop

La Gioconda de Yáñez

A mí también me parece Yáñez

Imperio Argentina - Carmen la de Triana - Los piconeros

Versión en alemán de la misma copla

Los campanilleros

La música que suena en mi cabeza días como hoy,

cuando, camino del metro, contemplo el amanecer.